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Los 8 grandes despilfarros o desperdicios en una empresa

Los 8 grandes despilfarros o desperdicios en una empresa

El desperdicio o despilfarro dentro de una empresa puede entenderse como la utilización de cualquier material, recurso o actividad que no aportan valor ni a la empresa ni al cliente y debe ser identificado. Taiichi Ohno, experto japonés creador del Sistema de Producción Toyota, identificó dentro de su metodología de producción, la existencia en los procesos de una serie de desperdicios que se detectaban con frecuencia, los llamó Muda, término japonés para referirse al desperdicio o despilfarro y los clasificó en 7 tipos, posteriormente se ha añadido un octavo.

Los despilfarros o desperdicios se clasifican en:

Defectos de producción

Los defectos de producción y los errores de servicio, no sólo no aportan valor, sino que lo restan. Siempre es mejor prevenir los defectos que eliminarlos o corregirlos cuando ya estamos en el mercado.  Las causas pueden ser varias como la falta de una correcta supervisión del proceso, un deficiente control de calidad, baja calidad de los materiales, formación insuficiente de los operarios, mal diseño del producto, entre muchos otros.  La exigencia en los procesos respectivos, debe ser máxima para evitar este desperdicio.

Sobreproducción

Hace referencia a la producción que no ha sido ajustada a la demanda, así como la fabricación de artículos que no interesen a los consumidores.  Producir más de lo inmediatamente necesario es una práctica bastante habitual, almacenando el exceso en stock en espera de que sea solicitado por el mercado.  A veces se hace pensando que es más económico producir grandes lotes y con la mentalidad del “por siacaso”.  Sin embargo, según Ohno, se trata de una mala práctica puesto que se destinan recursos y personal de manera innecesaria y que podrían haberse dedicado a tareas más urgentes.  La forma de combatirlo sería produciendo sólo lo necesario, obedeciendo a la demanda del mercado.

Exceso de inventario

Unidades obsoletas, material que no llega a utilizarse o maquinaría cuyo buen funcionamiento se comprueba fuera del plazo de devolución, son algunas de las consecuencias que conlleva la acumulación innecesaria de piezas, producto terminado o materia prima que se van sumando al inventario de manera aleatoria.  Un inventario que sobrepasa lo necesario para cubrir las necesidades de la compañía o del  cliente tiene un impacto negativo en la economía de la empresa, además de ocupar un espacio valioso.  La solución sería una óptima gestión del stock.

Esperas

Se refiere a los tiempos muertos, tanto del personal que se mantiene pasivo como de la maquinaria.  Generalmente ocurre por la falta de sincronización o balance de las partes de un proceso como podría ser, por ejemplo, tener que esperar a recibir más materia prima para seguir fabricando, la falta de alguna herramienta necesaria o cualquier otra causa que ocasione cuellos de botella.  Una mala gestión de compras, falta de orden para localizar, inmediatamente la herramienta o el material necesario o carencia de formalidad suelen estar detrás de muchas pérdidas de tiempo. Sincronizar los flujos o la flexibilidad laboral podrían ser algunas formas de combatirlo.

Transporte

Se entiende que el traslado de materiales, personas o documentos de un sitio a otro, no añade valor alguno a la empresa o al producto. Además, el transporte cuesta dinero, equipo, combustible o mano de obra, por lo que habría que evitarlo, salvo que sea este, precisamente, el valor de la empresa como sería el caso de una compañía de delivery, en otro caso, es necesario reducirlo al mínimo.  Lo lógico dentro de una planta o de cualquier empresa sería hacer un buen diseño y distribuir bien las localizaciones para evitar estos movimientos, además de racionalizar aquellos que no se pueden evitar.

 

Movimientos innecesarios

Relacionado con el transporte, también todo el movimiento innecesario de personas o equipamiento que no añadan valor al producto o servicio se considera un despilfarro.  Personas subiendo y bajando en el ascensor para conseguir la firma de un responsable, o tener el producto almacenado en una nave anexa en lugar de compartir las mismas instalaciones donde se da el servicio suponen una pérdida de tiempo y puede incrementar los riesgos de dolencias laborales de los empleados.  La causa suele ser la aplicación de métodos de trabajo poco eficientes y una mala automatización de las tareas.

Sobreprocesos

Se originan cuando los procesos no se revisan y no se optimizan, de manera que acabamos haciendo o repitiendo acciones que, de ser analizadas y estar estandarizadas, serían innecesarias. Hay que preguntarse por qué un proceso y una tarea concreta es necesaria y eliminar los que no lo sean. La clave está en erradicar todo aquello que no afecta a la calidad del producto o servicio.

 

Desaprovechamiento del talento humano

Se refiere a aprovechar las fortalezas de cada empleado a beneficio de la empresa invitándoles a hacer uso de su creatividad e inteligencia. Algo que parece tan obvio, no ha sido la práctica habitual hasta hace poco, dada la estructuración vertical de las organizaciones. Como causas del desaprovechamiento puede citarse una política de empresa anticuada, no querer reconocer ese talento para no aumentar la retribución, o escasa cultura innovadora en la corporación.

Si queremos mejorar el desempeño de nuestra empresa, es necesario identificar estos desperdicios o despilfarros, reducirlos o eliminarlos y el resultado será el mejor desempeño de la empresa que se podría ver reflejado en los resultados de la empresa.

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